Celebración comunitaria Enero 2021

Celebración comunitaria Enero 2021

MONICIÓN DE ENTRADA

Iniciamos hoy la preparación para celebrar el veinticinco aniversario de la Beatificación de María Ana Mogas, la madre y fundadora de nuestra familia carismática.

Queremos que estos meses sean para nosotros una posibilidad de reavivar el carisma recibido, de seguir haciendo camino con María Ana, como familia carismática.

Cada mes nos uniremos en una celebración común que nos ayudará a recordar la Beatificación y su influencia en la vida de nuestra familia y también nos dará pistas para seguir viviendo conforme a nuestra vocación, de hijos y hermanos.

 

Hoy, empezamos agradeciendo al Señor:

  • la pertenencia a la familia carismática de María Ana en cada una de las realidades concreta que la forman,
  • la posibilidad de participar en un mismo proyecto de vida y misión, la conciencia de haber recorrido todo un camino juntos,
  • la oportunidad de seguir haciendo este camino desde nuevas formas y realidades para responder a los dones recibidos sirviendo mejor a nuestros hermanos.

CANTO: (Buscamos un canto que exprese alegría y acción de gracias)

ESCUCHAMOS TU PALABRA

Hacemos silencio en nuestro interior y disponemos nuestro corazón para escuchar y acoger la Palabra de Dios, esa Palabra que iluminó la vida de María Ana y que conduce también la nuestra.

Les contó otra parábola: «El reino de los cielos es como un grano de mostaza que un hombre sembró en su campo. Aunque es la más pequeña de todas las semillas, cuando crece es la más grande de las hortalizas y se convierte en árbol, de modo que vienen las aves y anidan en sus ramas»”  (Mateo 13, 31-32)

(Dejamos unos momentos de silencio)

RECORDAMOS…

La historia de nuestra familia es también como ese grano de mostaza. Se inicia con la vida de María Ana y su primer paso para responder a su vocación en la escuelita de Ripoll, en 1850.  Va tomando cuerpo en la Fundación de diversas casas, todas en torno a los colegios primero en Cataluña y posteriormente en Madrid. En 1872, es aprobada la Congregación, que crece continuamente, y como el grano de mostaza extiende sus ramas y empieza a cobijar a las niñas más pobres sin posibilidad de educación, a las mujeres trabajadoras, a los enfermos…  Dios se vale de Maria Ana para llevar adelante su proyecto y, cuando ella muere el 3 de julio de 1886, su fama de santa hace que este proyecto, este grano de mostaza, siga creciendo.

Desde el principio, sus hijas e hijos la miramos  como referente y la atracción por su persona y la participación en su mismo carisma nos mantiene unidos. Cuando en 1996 la Iglesia proclama públicamente a nuestra M. Fundadora, Beata, bienaventurada porque siguió fielmente los pasos de Jesús respondiendo a su llamada y al carisma recibido, todos nos sentimos confirmados, felices y agradecidos.

Mirarla a ella es descubrir un camino seguro de seguir a Jesús, ponernos bajo su protección es un modo confiado de vivir nuestra vocación.

Recordamos este acontecimiento y profundizamos al escuchar a algunos testigos  en su sentido más profundo. En esta primera celebración, desde la Casa Madre, al lado del sepulcro de María Ana, nos dan su testimonio Rosario Sánchez,  M. General y  Javier Ortega, laico franciscano que forma parte de este Secretariado

REAVIVAMOS Y RESPONDEMOS AL DON RECIBIDO

Hoy somos nosotros los llamados a hacer crecer esta familia carismática. Hoy somos nosotros, personalmente y en nuestras comunidades, fraternidades, grupos y colegios,  los que buscamos modos de construir caminos nuevos, que respondan a las necesidades  actuales. Queremos afianzar nuestro sentido de pertenecía y nuestro compromiso. Ponemos nuestros deseos en manos de Dios y oramos unos por otros.

Mural conmemorativo (Mientras dos personas sacan y colocan en un lugar visible el cartel, otra lee la siguiente petición)

Te presentamos Señor este cartel. En él está simbolizado el camino recorrido como familia carismática y el que queremos seguir descubriendo y recorriendo juntos. Te pedimos que nos ayudes para que estos meses especiales para nosotros se traduzcan en una conversión real que transforme nuestras vidas.

Pan, libro y cayado y zurrón

Nuestra familia está formada por muchas personas, muchos grupos y comunidades, cada  uno con una vocación personal, pero todos compartiendo la misma misión, dar a conocer tu Reino, tu Buena Noticia, mediante el servicio a los demás, a los que consideramos hermanas y hermanos y ante los que somos testigos de tu amos entrañable a cada uno. Y esto con aire y estilo de familia, alegre y confiada, cercana y sencilla, que se siente guiada por María Divina Pastora.

Estos signos que traemos ante Ti representan a nuestras hermanas religiosas, a los laicos asociados, a nuestros educadores y voluntarios…  Bendice Señor a cada uno, sostén su fe y hazlos fuertes en al esperanza y el amor.

Foto o símbolo de nuestra comunidad, grupo, colegio…

Somos Señor, uno de tantos granos de mostaza que componen esta gran familia. Nos sentimos llamados a aportar en ella….. Te damos gracias porque has derramado en nosotros los dones de ……………….. y te pedimos nos ayudes a………………….

Según la comunidad o grupo que celebre se pueden añadir más peticione so símbolos. También introducir los cantos que se vean oportunos.

ORACION FINAL

Rezamos juntos esta oracion que os invitamos a rezar cada día hasta el 6 de octubre

Padre nuestro, Señor de la vida,

Hoy como ayer, acudimos a ti

como familia comprometida con el legado de María Ana.

Queremos seguir haciendo camino de encuentro en la fe,

compartiendo la esperanza de paz, bien y justicia para todos

y siendo en cada lugar, misioneros de un amor sin fronteras.

Te lo pedimos por mediación de la Beata Maria Ana,

madre y maestra de caridad verdadera. Amén