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Tras las huellas de Francisco y Ana
«Un alto en el camino» – Encuentro de hermanas de la Segunda Etapa
“Jesús nos invita a caer en la cuenta de que, por fin, ha llegado el tiempo nuevo. No habla solo de su tiempo cronológico, de lo ocurrido hace dos mil años, sino de esa novedad que se ofrece a cada persona, que grita en la creación con dolores de parto y que se proclama en la historia, verdadero “hoy” de la salvación. Jesús nos dice que el Reino llega como “vino nuevo”. Un vino nuevo que necesita “odres nuevos”. Ya no vale lo antiguo.”
(Doc. XXI Capítulo General)
Así resuena esta llamada para cada una de nosotras, estimulándonos a vivir en dinamismo de fidelidad creciente.
Conscientes de que todas las etapas de la vida son “etapas formativas” que hay que cuidar, comenzamos el curso de formación para hermanas de la Segunda Etapa, con menos de 60 años de edad y diez años o más de profesión perpetua. Tendrá lugar del 5 de enero al 4 de febrero en Santiago de Compostela, Asís y Casa Madre.
María Ana sigue inspirando y alentando nuestro camino: “Perfeccionad, Señor, asegurad los pasos que comencé a dar en vuestro servicio…”. Francisco no cesa de repetir: “Empecemos de nuevo, hermanos y hermanas, porque hasta ahora poco o nada es lo que hemos hecho”.
Desde aquí nos sentimos unidas en comunión con toda nuestra Familia Carismática. Contamos con vuestro apoyo y oración.
Una nube de testigos nos acompaña
Como mujeres peregrinas y recibiendo, cada una de nosotras, la invitación a vivir “un alto en el camino”:
“Para situarnos con madurez en el servicio y la entrega como síntesis entre el amor de Dios y del prójimo, caminamos hacia la consolidación de la vida teologal”. PGF
Llegamos a esta tierra sagrada de Santiago de Compostela 23 hermanas FMMDP desde las diferentes Delegaciones y Provincia a nuestra casa de hermanas mayores, llena de acogida, apertura, generosidad y gestos entrañables…Una nube de testigos nos acompañan a lo largo del encuentro. Y nuestras hermanas-colegas de etapa, Geles y Fabiola, desde el Equipo General de Formación Permanente, coordinan este tiempo de formación que nuestra Familia Congregacional nos facilita.
Como hermanas nos encontramos desde una dinámica de conocimiento mutuo, alegre y a la vez profunda, compartiendo expectativas que cada una trae. Se nos dio a conocer el programa y distribución de tiempos y servicios necesarios para iniciar este espacio de formación personal y sororal.
Un lema da identidad al encuentro: “La llevaré al desierto y le hablare al corazón. Hacia la mitad de la vida: un alto en el camino». Esta será nuestra flecha amarilla que nos indicará el centro y núcleo de nuestra vida.
Comenzamos el primer taller animadas por la hermana Alphonsine Kitumua, Superiora General de las hermanas Misioneras de Cristo Jesús, de origen congoleño. Compartió con nosotras su camino de seguimiento y conversión, dándonos claves para vivir esta segunda etapa de la vida consagrada desde un nuevo paradigma, con alegría y sin miedo, en confianza. La oración final desde la expresión corporal y la danza nos invitó a integrar con realismo lo que somos y a conectarnos como hermanas sin límites ni fronteras, en misión.
Nos alegra y anima el testimonio profético de nuestro hermano Santiago Agrelo, ofm, Arzobispo emérito de Tánger (Marruecos). Su vida, su conversión, experiencia vital, misión como pastor de los migrantes…nos invita colocar a Cristo pobre y crucificado, el Evangelio y los pobres en el centro de nuestra vida, desamortizándonos voluntariamente para salir a los caminos… testimonio elocuente, provocador y comprometedor.
Nos preparamos para el comienzo del segundo taller, recibiendo a la hermana Isabel Ardanza, Carmelita de la Caridad Vedruna, visitando el Pórtico de la gloria y el convento de San Francisco y compartiendo fraternalmente una merienda-cena con nuestro hermano Miguel de la Mata ofm. Durante tres días, en el “cara a cara con Dios”, pudimos entrar en nuestra historia personal desde una mirada retrospectiva, para vivir a fondo esta segunda etapa y retomar, así, el seguimiento y misión desde nuestro ser y hacernos hermanas. Días intensos de silencio, escucha y oración.
Nos adentramos en las fuentes de nuestro carisma y espiritualidad, de la mano de María Ana, Clara de Asís y San Francisco. En un primer momento nos acercamos a ella, tal cual la vivimos hoy y más tarde a sus ciclos vitales y proceso personal: búsqueda de identidad, vocación y proyecto, clarificación de su vocación y misión y cristificación. Todo compartido a nivel de grupos, proceso personal y desafíos para nuestro hoy.
Nuestras hermanas Miriam y Cristina nos ayudan a conectar con otra testigo de nuestra espiritualidad: Clara de Asís, facilitándonos su biografía y tiempo personal a la luz de su vida. Los iconos-imagen de momentos de su vida, acompañados de textos, abrieron espacios para compartir y recrear en nuestro hoy la riqueza de nuestra espiritualidad franciscano-clariana.
De la mano de Clara nos encontramos con Francisco, aproximándonos a él desde la obra «Francisco de Asís: Peregrino hacia la luz»,
de Michael Hubauht y preparando el corazón desde su lectura y compartir
grupal para un encuentro personal con él en su tierra natal, Asís. Peregrinación que iniciaremos el día 20, recorriendo los lugares franciscanos. Una experiencia única y de gracia en la mitad de la vida.
Desde
la alegría del compartir como peregrinas esta etapa del Camino con
nuestras hermanas de Santiago, nos acercamos a la enfermería para
expresar con bailes y cantos nuestra gratitud por tanta entrega. En la
cena compartida nos despedimos de todas entre cantos, bailes, queimada y
la visita de la “Galicia profunda” junto con Trump y Melania, comedia para animar y alegrar este momento cultural y festivo.
Nos sentimos muy agradecidas por tantos gestos de cariño y entrega de personas que nos facilitan este tiempo. Gracias por vuestras adhesiones, oración y visitas. Os llevaremos a Asís y Roma pidiendo al Señor ser transformadas en odres nuevos que acojan el vino nuevo y respondan a los desafíos nuevos.